Existe una clase de muerto viviente que se menciona en Aquelarre pero para el que nunca se han desarrollado reglas: el morto vivo de la página 48 de "Fogar de Breogán". Es una lástima, porque se trata de un zombi con voluntad e inteligencia, lo que lo hace un enemigo mucho más formidable que el Muerto de la página 352 del Manual. Estos últimos no son más que marionetas mágicas o monstruos vengativos que se levantan de la tumba por un breve período de tiempo, mientras que los mortos vivos, es decir, los muertos vivientes, son seres humanos "tan malvados que el infierno no los quiere" o que no tienen conciencia y por tanto no pueden ser juzgados. Aunque son capaces de moverse, hablar y actuar como seres vivos, su cuerpo sigue el proceso natural de descomposición "y al final, cuando ya no tienen cuerpo en el que meterse, se convierten definitivamente en ánimas errantes".
Para crear un morto vivo aconsejaría utilizar las siguientes reglas:
Para crear un morto vivo aconsejaría utilizar las siguientes reglas:
- El cadáver se reanima con todas sus características básicas intactas, así como sus competencias pero, si tenía RR positiva, esta pasa a ser de 0%. También posee de nuevo sus PV al máximo, aunque sigue sufriendo las secuelas que le hubieran producido las heridas aunque nunca más tendrá que tirar por RES (como en el caso de enfermedad o veneno). También gana el poder especial del Muerto resistencia al daño, así que tampoco queda inconsciente por efecto de las heridas ni sufre penalizadores al bonificador de daño. En el lado negativo, ya no se podrá curar normalmente.
- El morto vivo ignora también varios resultados de la tabla de secuelas:
Cabeza: 1-2 (conmoción), 9 (conmoción cerebral grave), 10 (muerte).Pecho: 4-6 (costillas rotas), 7 (daños internos), 8 (pulmones dañados), 9 (corazón dañado).Abdomen: 5-6 (desgarro abdominal).Pero dado que no puede curarse, algunas secuelas temporales se vuelven permanentes.Brazos: 4-6 (brazo malherido) pasa a ser 10 (brazo cortado).Piernas: 5-6 (pierna malherida) pasa a ser 10 (pierna cortada). - Nada más fallecer, el cuerpo empezará a descomponerse siguiendo el proceso de forma natural. Por cada día que pase el no muerto sin poner remedio a este problema perderá un punto de cada una de sus características, excepto COM y CUL. Existen varias formas de conseguirlo y en Fogar de Breogán sugieren la magia y la alquimia. Es cierto que en Ars Magna se incluye en el listado de fórmulas alquímicas de la página 69 las Aguas de San Antonio que "conservan cualquier materia orgánica que en ella se sumerjan, evitando su deterioro o putrefacción". Pero existen medios más naturales, como embalsamarse o incluso encerrarse en un sótano con hielo conservado en serrín para salir en cortos períodos de tiempo.
- Si llega a agotar sus PV negativos, el morto vivo se convertirá en un ánima errante dejando atrás el cascarón destrozado que fue su anterior cuerpo.
Un morto vivo es un rival intimidante |
No hay comentarios:
Publicar un comentario