martes, 2 de febrero de 2016

¡Tente, necio!

"Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente, y aún delante de tí, ¡Oh, rey!, yo no he hecho nada malo" -Daniel 6, 22-

Daniel en el foso de los leones


Ritual de Secundus Ordo


Tente necio
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La historia religiosa está llena de ejemplos en los que la Fe confiere a los santos o profetas el poder de amansar a animales o incluso seres irracionales como los dragones. Una de las leyendas medievales más famosas en Francia era la de Santa Marta, que se enfrentó a un dragón cerca de Avignon. La santa rocío con agua bendita a la bestia y le hizo la señal de la cruz y la gran serpiente se mostró tan dócil que pudo atarle un cordón al cuello y llevarla ante los lugareños, que la masacraron. En España, es famoso el caso de San Juan de Sahagún, el patrono de Salamanca, que en el siglo XV amansó un toro salvaje que corría por la calle diciéndole "¡Tente, necio!".

Ceremonia: el sacerdote deberá situarse frente a la bestia o bestias que quiera amansar e investido del poder divino, ordenarle detenerse, exhortándole con palabras y gestos sagrados.

Duración de la Ceremonia: todo un turno.

Efectos: Una vez activado, los animales o seres IRR, siempre que sean bestias sin inteligencia, perderán toda agresividad y podrán ser tocados y acariciados por cualquiera, incluso atados. Incluso los pájaros se posarán junto al santo. El efecto durara media hora. 

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